Acoso escolar: un problema de todos (parte 1)

La vuelta al colegio es un periodo que normalmente se vive con ilusión por la mayoría de los niños y niñas, pero para otro, comienza un infierno. Ya empezamos a ver en consulta los primeros casos de Bullying, algo que tristemente es bastante común al retomar las clases. El acoso escolar es un problema serio que, aunque muchas veces se intenta minimizar, tiene un impacto brutal en la vida de los niños y adolescentes que lo sufren. 

Por eso, es super importante visibilizar el problema y poner todos los medios a nuestro alcance para frenarlo a tiempo. En este artículo, conocerás un poco más sobre este problema social.

¿Qué es el acoso escolar o Bullying?

El acoso escolar o Bullying se caracteriza por ser un comportamiento agresivo, repetitivo, metódico y sistemático, que se produce durante un periodo de tiempo prolongado. 

El objetivo del acoso es intimidar, aislar, amenazar, insultar, someter emocional e intelectualmente a la víctima, es decir, controlarla a través del pensamiento y/o la acción y satisfacer su necesidad de controlar, dominar, agredir, y destruir a los demás. El agresor hunde y machaca la personalidad y la autoestima de la víctima. 

En la mayoría de los casos existe un desequilibrio de poder entre el agresor y la víctima. Este desequilibrio puede ser real o ser una percepción subjetiva por parte de la víctima.

Tipos de Bullying

Las agresiones que un acosador utiliza para intimidar a la persona acosada podemos clasificarlas en cinco tipos básicos, para poder explicarlas y prevenirlas mejor.

  • Agresiones físicas. Amenazas a la integridad física del acosado mediante bofetadas, golpes, patadas, empujones o pellizcos. 
  • Agresiones verbales. Es el más habitual y va encaminada a atacar la autoestima del niño/a acosado, mediante insultos y motes principalmente, burla, menosprecios en público, difusión de rumores, comentarios racistas u otros.
  • Agresiones psicológicas. El objetivo es mermar la salud emocional y psicológica de la víctima atacando su autoestima mediante el desprecio, trato indigno y la falta de respeto hacia su persona, aumentando de esta forma su temor, su miedo, su terror hacia el agresor. Podemos incluir la intimidación, ridiculización, burla, amenaza y acoso a la salida del centro. 
  • Exclusión social. Conductas que buscan el aislamiento social y la marginación de la víctima, excluyéndolo del grupo, rompiendo su comunicación e interrelación con su red social o presentando una imagen negativa y distorsionada del niño/a frente al grupo.
  • Ciberacoso o Cyberbullying. Es la nueva forma de acoso en la que, de forma retirada, un menor, recibe de otros menores a través del móvil, agresiones en forma de insultos, amenazas, ridiculizaciones, robos de contraseña, suplantación de identidad, etc., con la finalidad de dañar a la víctima. 

Cómo identificar el acoso escolar

Es crucial que tanto padres como profesores sean capaces de identificar los signos del bullying a tiempo. A menudo, las víctimas no hablan directamente sobre su situación, por lo que es necesario estar atentos a ciertos indicios.

Signos en la víctima: Presencia de lesiones físicas, perdida de sus pertenencias, insomnio, llanto inmotivado y frecuente, cambios de humor muy acusados, tristeza o síntomas de depresión, pasar mucho tiempo solo y no salir con amigos, el aumento de la pasividad o la retirada, cambio repentino en la forma en que el niño habla (llamándose a sí mismo un perdedor), descenso en su rendimiento escolar y miedo a ir al centro, o poner excusas para faltar de forma recurrente. 

Signos en el agresor: comportamiento agresivo hacia otros estudiantes o incluso hacia adultos, poca empatía o falta de remordimiento por lastimar a los demás y necesidad constante de controlar o dominar a otros.

Es importante que los para padres y profesores mantengan una comunicación abierta con los estudiantes. Preguntar directamente si están teniendo problemas con otros compañeros y crear un ambiente en el que se sientan seguros para hablar es clave para prevenir el bullying.

Conclusiones

En resumen, el acoso escolar o Bullying es un problema complejo que puede manifestarse de muchas formas. Identificarlo a tiempo es fundamental para proteger a los estudiantes de sus efectos devastadores. Reconocer las señales, tanto en las víctimas como en los agresores, es el primer paso para tomar acción y frenarlo. 

En el siguiente artículo, exploraremos las consecuencias psicológicas del bullying y, lo más importante, qué medidas se pueden tomar para prevenirlo e intervenir cuando ya ha ocurrido. ¡No te lo pierdas!

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