Duelo en niños: 7 pautas para gestionarlo

Hace unos días, en consulta, un paciente me comentó que estaba preocupado porque no sabía cómo comunicarle a su hijo pequeño que su abuela había fallecido. Me comentaba que no encontraba las palabras ni el momento adecuado y tenía miedo de hacerlo mal. 

Después de tranquilizarla y ver juntos como podíamos afrontar esta conversación con su hijo, me quedé pensamiento en lo complicado que nos resulta hablar de la muerte. Aunque sea algo natural en la vida a menudo evitamos hablar del tema, y esto en algunas ocasiones, puede complicar el proceso de duelo, sobre todo en los más pequeños. 

Por ello, aquí os dejo una serie de pautas que os pueden ser de gran utilidad para hablar de la muerte con los niños y acompañarlos en su proceso de duelo.

1. Sé sincero 

Dependiendo de la edad que tenga el niño, entenderá el concepto de muerte de forma distinta, por lo que es importante utilizar un lenguaje sencillo y claro. Evitemos términos que puedan confundirlo como “se fue al cielo” o “está dormido”, ya que pueden generar malentendidos. Usa palabras sencillas como “ha muerto” o “ya no está con nosotros”. Aunque es duro, ayudará al niño a ir entendiendo la realidad de la muerte, que esta es universal e irreversible, dos conceptos que aún le son desconocidos.  

2. Responde a sus preguntas de forma simple y sé paciente

Los niños pequeños son curiosos por naturaleza y es probable que hagan muchas preguntas sobre la muerte y sobre el ser querido que se ha ido, como “¿Por qué murió?”, “¿Dónde está ahora?” o “¿Yo también me voy a morir?”. Es importante responder con la mayor honestidad posible, adaptando las respuestas a su nivel de desarrollo. A veces, harán estas preguntas todos los días, hay que ser paciente, aunque sea duro, y responderles.

Si no sabes la respuesta o te resulta difícil, es completamente válido decir «No estoy seguro» o “Yo tampoco tengo a la respuesta para esa pregunta, pero estaré a tu lado”. Ellos necesitan confiar en ti como una fuente de apoyo honesta.

3. Valida y acepta sus emociones

Los niños pueden reaccionar de manera diferentes a la pérdida según la etapa del desarrollo en la que se encuentren. Podemos encontrar llanto, irritabilidad o rabietas, conmoción, ansiedad o incluso comportamientos infantiles no acordes a su etapa.

Es fundamental validar cualquier emoción que exprese, permitiéndoles sentir sin ser juzgados o corregidos. Frases como “Entiendo que estés enojado/triste” o “Es normal que te sientas confundido”, les ayudará mejor a procesar el duelo. 

4. Utilizar recursos visuales y metáforas

Para los más pequeños, utilizar recursos visuales puede ser de gran utilidad para comprender el concepto abstracto de la muerte. Usar libros infantiles sobre este tema o dibujar con ellos para que expresen sus sentimientos. Algunos libros que pueden ayudar son “Duele” creado por Unicef o “El hilo invisible” de Miriam Tirado. También te dejo el vídeo cuento del primero de los libros. 

Las metáforas también pueden ayudar como la de una mariposa que deja su capullo, explica la transición de la vida a la muerte, manteniendo la idea de que la muerte es permanente y no algo temporal. 

5. Crea espacios para recordar al ser querido

Incluir al niño en rituales conmemorativos, como encender una vela, hacer un dibujo o contar historias sobre la persona fallecida, puede ser muy reconfortante para ellos. Esto les enseña que, aunque el ser querido ya no está físicamente, sigue presente en los recuerdos y en el cariño compartido. Algunas actividades que pueden ayudar son crear un álbum de fotos o plantar un árbol o una flor en su memoria.

6. Ofrece apoyo continuo y respeta el tiempo de duelo

El proceso de duelo en los niños no ocurre de forma lineal ni inmediata. Pueden parecer estar bien un día y mostrar emociones intensas en días posteriores. Es importante estar presente y disponible para ellos cuando lo necesiten, brindando apoyo emocional incluso cuando la pérdida ya no esté tan reciente. A medida que el niño crece y madura, es posible que necesite revisar y volver a hablar sobre la muerte para comprenderla desde su nueva perspectiva.

7. Mantén la rutina y el sentido de seguridad

Después de una pérdida, los niños suelen buscar seguridad y estabilidad en su entorno. Mantener una rutina diaria les ayudará a sentir que, aunque algo importante ha cambiado, su vida sigue siendo segura. Sin embargo, no significa evitar hablar del tema, sino darles el espacio para que puedan procesarlo sin alterar drásticamente otros aspectos de su vida.

Conclusiones

Hablar de la muerte con un niño pequeño no es fácil, pero es una oportunidad para ayudarles a entender algo muy difícil de la vida. Con honestidad y mucho cariño, podemos estar ahí para que expresen lo que sienten y recuerden a la persona que han perdido de una manera sana.

Si sientes que es demasiado complicado o no sabes como abordarlo, no dudes en pedir ayuda aquí. Cada niño vive el duelo de manera diferente, y a veces, contar con apoyo extra puede marcar la diferencia.

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