En un mundo cada vez más digitalizado, la tecnología nos conecta instantáneamente con el mundo que nos rodea, convirtiéndose en un elemento fundamental para la comunicación. Sin embargo, esta conexión constante nos aleja a su vez de otras experiencias y relaciones con nuestro entorno cercano.
Esto ha dado lugar a un fenómeno psicológico preocupante que surge por el uso perjudicial del teléfono móvil: la nomofobia.
Tabla de Contenidos
¿Qué es la nomofobia?
La nomofobia surge en Reino Unido para explicar las consecuencias a nivel psicológico que puede ocasionar el uso continuado del teléfono móvil. Algunos expertos la consideran la “fobia de la era moderna” y la describen como el miedo irracional a estar desconectado de la red, no tener el móvil cerca o quedarse sin batería.
Este fenómeno afecta sobre todo a la población joven, donde estos dispositivos impactan de forma directa en su desarrollo y bienestar socioemocional. Sobre todo, teniendo en cuenta un efecto social importante a la hora de relacionarse y comunicarse.
Exploraremos como la nomofobia impacta en nuestra salud mental, y descubriremos estrategias efectivas para encontrar un equilibrio entre nuestra vida digital y nuestra vida real.
Síntomas de nomofobia
Algunos de los síntomas más comunes y reconocibles para saber si padecemos o personas de nuestro alrededor tienen nomofobia y esta está afectando a su vida son los siguientes:
- Dedica más tiempo al teléfono móvil que a realizar otras actividades como pasar tiempo con familia y amigos o dejar de lados sus hobbies.
- Lo primero que haces al despertar y antes de acostarte es revisar las notificaciones de tu teléfono móvil.
- Consultar constantemente si has recibido notificaciones.
- Estar nervioso cuando crees que has perdido el teléfono móvil o si te quedas sin batería y no tienes un cargador a mano.
- Cuando vas de viaje o sales de fiesta estás más pendiente de hacer fotos y subirla a la red que de disfrutar el momento.
Esto son algunos de los síntomas que puede tener una persona con nomofobia, en caso de duda, lo mejor siempre será consultar con un profesional.
Consecuencias de la nomofobia
El uso continuado y problemático del teléfono móvil conlleva el surgimiento de la nomofobia en más del 60% de las personas que usan la tecnología para comunicarse, lo que a su vez puede conllevar problemas conductuales, psicológicos y físicos. Dentro de los que podemos destacar:
- Conductuales: ciberacoso, autolesiones, cyberbulling, desconexión social, alteraciones del sueño.
- Físicos: problemas musco esqueléticos, adiposidad, dolor de cabeza.
- Psicológicos: trastornos del estado de ánimo, estrés, ansiedad, inadecuada gestión de las emociones, desregulación emocional, sentimiento de soledad.
Niveles altos de nomofobia, también se ha asociado con un bajo rendimiento académico, agresividad e impulsividad.
Estrategias para prevenir la nomofobia
Algunas estrategias que podemos implementar en nuestro día a día para prevenir la nomofobia son las siguientes:
Establecer límites de uso
Podemos fijar unos momentos del día sin teléfono móvil, por ejemplo, antes de irnos a dormir o cuando estemos estudiando. También podemos hacer uso de la gestión de tiempo que tienen diferentes aplicaciones y redes sociales como Instagram o Tiktok.
Gestiona tu tiempo
Planifica tu día o tu semana con todas aquellas cosas que sean prioridad, enfocándote en esas tareas que son importantes sin la distracción que supone tener al lado el teléfono móvil. También puedes utilizar el modo “No molestar” que tienen muchos dispositivos.
Actividades sin tecnología
Sigue realizando o vuelve a retomar actividades que dejaste atrás. Dedica tiempo a tus hobbies o comienza unos nuevos. Algunos de los que te pueden ayudar a desconectar de las pantallas son leer, hacer ejercicio, practicar algún deporte o pasar más tiempo en contacto con la naturaleza.
Conclusiones
Para reducir los niveles de nomofobia en la sociedad el objetivo no es eliminar el uso de la tecnología ni del teléfono móvil, sino encontrar un equilibrio que nos permita disfrutar de los beneficios de esta sin ser dependiente.
Establecer una relación saludable con la tecnología es decisivo para lograr un mejor bienestar emocional, físico y social.
Si encontramos este equilibrio y mejoramos nuestra relación con los dispositivos podremos reducir el impacto negativo de la nomofobia y mejorar nuestra calidad de vida.